

CREATIVO INVITADO
BRENDA HOPKINS CREATIVA INVITADA DE LA INCUBADORA CREATIVA


La Incubadora Creativa se honra en presentar a Brenda Hopkins como Creativa Invitada en nuestro portal. Brenda ha sido colaboradora de la Incubadora Creativa desde nuestros inicios, agradecemos a Brenda su apoyo de siempre.
La artista Brenda Hopkins Miranda nació y se crió en San Juan, Puerto Rico. Comenzó su camino musical a la temprana edad de cinco años. Su ruta musical la ha llevado a realizar interpretaciones de música folclórica puertorriqueña, afro-caribeña, flamenco, clásica, jazz, rock, pop, brasileña, latina y todo tipo de fusiones multiculturales. A través de su carrera profesional Hopkins Miranda ha estado activa como artista invitada en giras internacionales y grabaciones para un grupo de artistas latinoamericanos, y es reconocida como compositora y artista en las bandas sonoras de varios cortometrajes.
Brenda es una músico consumada, destacándose como pianista, compositora, arreglista, improvisadora, líder de grupo y productora. Obtuvo un Bachillerato Magna cum Laude en Piano Clásico del Conservatorio de Música de Puerto Rico, una maestría con honores en Improvisación Contemporánea de New England Conservatory en Boston, y completó estudios doctorales en Musicología en la Universidad de Granada en España.
Como líder de grupo Hopkins Miranda ha lanzado cinco grabaciones independientes de música original: “Boricua on Board,” (1998) “Bohemia,” (1999) “Recuerdos de Granada”, (2009) “Simple”, (2012) y su más reciente “Aeropiano” (2014). Su álbum “Aeropiano” fue seleccionado el álbum #4 de 2014 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular mientras que “Recuerdos de Granada” fue votado el álbum #16 de 2009 y “Simple” el álbum #9 de 2012.. También como líder, Brenda ha ofrecido conciertos en Puerto Rico, el Caribe, Centro y Sur América, Estados Unidos y España.
Hopkins Miranda es una pionera musical natural, guiada por la continua búsqueda de nuevos sonidos y direcciones. Esta aventurera artista concibe conscientemente puentes culturales que promueven la diversidad. Su música mezcla sus sensibilidades interiores con una vibra moderna y seductora. El producto de su trabajo es un banquete musical estilísticamente heterogéneo que incluye un hermoso y balanceado híbrido de melodías, ritmos y armonías que ostentan una cualidad universal tan bella como misteriosa.
Actualmente vive en San Juan, Puerto Rico.
Contacto:
management@brendahopkinsmusic.com
booking@brendahopkinsmusic.com
Brenda en sus propias palabras: “Zona de Peligro”
​
“The important thing is this: To be able at any moment to sacrifice what we are for what we could become.” ~ Charles DuBois
​
Te tengo una noticia. Es cierto que la música es arte, pero por si no lo sabías la música también es zona de peligro. ¿Por qué? Porque la música ocurre en tiempo real y en tiempo real todo puede suceder. Y si para colmo te interesa la improvisación debes saber que te estás metiendo en un deporte extremo. O sea que, si prefieres tener seguridad, comodidad y garantías quizás la música no es la mejor opción para ti.
​
Recuerdo que cuando era pequeña me levantaba bien temprano a ver muñequitos. Me encantaba especialmente el personaje de un detective llamado Cool Mc Cool. Si quieres verlo pulsa AQUÍ. No sé si mi afición por este personaje era una predicción. Resulta que su frase favorita era “yo amo el peligro”. Y yo honestamente pienso que una persona a quien le apasiona la improvisación auténtica tanto como a mí tiene que ser como Cool Mc Cool.
​
El cantante Bobby Mc Ferrin dijo: “La improvisación es el valor para moverse de una nota a otra.” Bobby tiene toda la razón. La verdadera improvisación - o sea, el sonido de la sorpresa, o sea, tocar sin realmente saber qué va a suceder - requiere valor. Hay que ser valiente para:
-
Dar un salto a lo desconocido.
-
Saber continuar no importa dónde uno caiga.
​
El libro “Improvisation for the Spirit” explica que la improvisación trata de dos acciones básicas:
-
Escuchar.
-
Añadir a lo que se escucha.
​
Pienso que lo que se supone que añadimos, segundo a segundo, es nuestra respuesta a la pregunta: ¿qué puedo hacer para que lo que está sonando suene mejor? Las opciones son muchas. Puedes repetir lo que dijo otra persona o decir algo nuevo, mantener la energía del momento o cambiarla, tocar algo simple o complicado, tocar pocas notas o muchas... Y en ocasiones lo que va a hacer que suene mejor es el silencio. Esta última opción, la del silencio, no es la más cool, quizás por eso no muchos la eligen.
​
No sé si sabías que hay dos tipos de improvisación:
-
Idiomática: la que responde a las reglas, límites y parámetros del género o estilo particular que se está tocando.
-
No-idiomática: la que no responde a reglas, límites y parámetros de un género o estilo en particular, sino que se basa en la habilidad del músico para imaginar y producir sonido.
​
Puede que ya sospeches que la que me apasiona es la segunda, la que produce música sin futuro ni pasado, la que inventa su propia tradición y lenguaje en el camino, la tipo Antonio Machado “caminante no hay camino, se hace camino al andar.”
Improvisar para mí es la fusión de muchas de mis experiencias favoritas: aventura, reto, riesgo, peligro, viaje, descubrimiento, sorpresa y libertad. Mi deseo es hacer algo que no había hecho antes,reaccionar de una manera diferente y sorprenderme a mí misma. Improvisar es la continuidad de un proceso de auto-descubrimiento. Es una manera de volver a preguntarme ¿quién soy? Es salir al encuentro con una nueva versión de mí misma. Ese es precisamente el reto: poder encontrar nuevas posibilidades en mí misma.
​
La improvisación que pretendo practicar es la expresión más pura de tocar sintiendo que no tengo nada que ganar o perder. Es como un juego que me transporta más allá de lo que sé o conozco, al espacio donde el descubrimiento es posible. ¿Te digo algo? Cuando no sabes lo qué estás haciendo, es ahí que empieza la diversión. Pero no me creas sólo porque yo lo digo. Haz la prueba por ti mismo y me cuentas.
​
Improvisar es también conversar. La conversación genuina no se planifica. Uno participa contribuyendo su propia experiencia, vivencias, punto de vista. etc. Mientras más se escuchen los participantes, mejor va a ser el resultado. Sin embargo, hay improvisadores que traen consigo la actitud inapropiada (desconfianza, arrogancia, egoísmo, dejadez). Esto interfiere con la música. He escuchado improvisadores que se nota que no escuchan.
​
Unos no escuchan porque están enfrascados en su propio mundo. No es lo mismo pararte en un escenario a dar un discurso y demostrar lo mucho que sabes, que empezar una oración sin saber cómo la vas a terminar. El nivel de riesgo de la improvisación auténtica es alto: puede que nunca llegues al final de la oración, o puede que llegues sin haber dicho nada. Cuando tocas para ti mismo ya no estás haciendo descubrimientos junto al grupo, estás tocando exclusivamente desde tu miedo, el cual produce ideas poco musicales. Cuando insistes en tocar tu discurso no importa qué, la conversación desaparece y es reemplazada por un monólogo.
​
Otros no escuchan porque no confían en la música, en sus compañeros o en ellos mismos. Cuando tocas protegiéndote, o sea, tratando de no equivocarte, hay resistencia y por tanto tampoco hay conversación. Cuando desconfías no puedes dejar ir y si no puedes dejar ir no estás realmente improvisando, lo estás fingiendo.
​
Yo cuando improviso quiero que cada sonido signifique algo. Quiero tocar algo que sea directo, honesto, auténtico y real. No quiero tocar nada que sea relleno o superficial. Aprendí que para lograrlo tengo que renunciar a tener un plan, a mis gustos, preferencias, impulsos, prejuicios y hábitos. También debo renunciar a la seguridad que brindan el hábito y lo conocido. La mente funciona en el terreno de lo conocido porque le tiene miedo a lo desconocido. Por eso sé que si quiero improvisar de verdad no puedo identificarme con ella y sus pensamientos.
​
Dice el “Grove Dictionary of Music and Musicians” que improvisar es: “The art of thinking and performing music simultaneously”. ¿Pues sabes qué? Yo no estoy de acuerdo con eso. (jejeje) Yo me uno al saxofonista Sonny Rollins:
“The thing is this: When I play, what I try to do is to reach my subconscious level. I don't want to overtly think about anything, because you can't think and play at the same time — believe me, I've tried it (laughs).” “Music is magical, we all know that, and that area where you create and your subconscious is at work and you don’t know what you’re playing. Often I play things if I’m in the right groove. I’ll play things where I surprise myself. Those things are deep in my subconscious, and they come out during my improvisation, but they are not things I went into the song thinking about.” “In fact, in a way, improvisation is making the mind blank. When I’m playing I’m in a trance. I’m not thinking of anything.”
​
Al movernos hacia la mente lo que usualmente sucede es que nos bloqueamos y dejamos de estar presentes (escuchar). Es como dice Shunryu Suzuki: “As long as you have some fixed idea or are caught up by some habitual way of doing things, you cannot appreciate things in their true sense.”
​
Otra cosa que tengo que hacer es estar dispuesta a renunciar hasta a mi propia reputación, imagen y orgullo. Aprendí hace tiempo que querer tener el control es lo opuesto a la improvisación. Me di cuenta que en los momentos en los que he tratado de controlar dejo de descubrir porque estoy funcionando desde el miedo. Para improvisar de manera auténtica debo tener la voluntad de arriesgarme. A través del riesgo es que podemos crear momentos verdaderamente mágicos e inolvidables como esos que vemos en otros artistas y que admiramos o hasta envidiamos.
​
El movimiento de la improvisación es siempre hacia la incertidumbre en vez de hacia la certeza. Riesgo es hacer algo sin realmente tener idea de cuál va a ser el resultado. Eso significa estar dispuesto a experimentar la sensación del ridículo, el fracaso y la desaprobación. Si el fracaso no es una posibilidad no hay verdadero riesgo. Es importante evitar la tentación de tocar sólo lo que nos sale bien porque cuando no hay riesgo, sólo conseguimos repetirnos y ese es el camino del estancamiento.
​
La persona que quiere tocar siempre lo correcto se pierde la experiencia de la improvisación auténtica. También se la pierde el músico que usa la improvisación para probarle al mundo lo bueno que es. El músico que toca buscando aprobación está perdido, confundido y en conflicto. Buscar aprobación inicia la lucha entre lo que la música necesita de uno, lo que uno puede tocar y lo que uno piensa que quiere tocar. Hay músicos que literalmente suenan como si estuvieran peleando con la música.
​
En el libro “Process: An Improviser’s Journey” de Mary Scruggs y Michael J. Gellman lo explican muy bien: “Esperar a hacer la movida correcta, esperar a obtener validación, hace que sea casi imposible ser espontáneo, porque uno nunca está en el momento. El problema es que se está sirviendo a dos amos al mismo tiempo: la música que se está tocando y la aprobación que se busca, y en el proceso no se sirve a ninguno de los dos, pues uno está forzado a escoger entre lo que dicta el instinto y la necesidad de validación exterior y en el proceso pierden los dos.” También en el libro “Improvising Better” lo explican: “Tocar estando bajo la presión de impresionar no permite que seamos espontáneos. Se está sirviendo a dos amos a la vez: la música y el deseo del ego de recibir aprobación. Ir de ¿cómo estoy siendo percibido? a ¿qué necesita la música de mí?”
​
Buscar el aplauso fácil puede parecer chévere, pero ser un buen improvisador y recibir standing ovations no necesariamente son la misma cosa. Es como el comediante que sabe que con solo decir una mala palabra puede hacer reír a la gente. Cualquier músico puede tener una serie de trucos a su disposición, pero para ser un improvisador auténtico hay que dejar esos trucos a un lado y arriesgarse, lo que significa caerse de vez en cuando. ¿Cuántos músicos conoces que están dispuestos a eso? ¿Tú estás dispuesto?
A mí me apasiona moverme en un espacio anti-ego y de no-resistencia. Siento que cuando el yo desaparece la música se toca a sí misma. Es como dijo Michael Hedges: “You can’t make your music good. You can’t try to be good. You can try to be present and you can try to remain open so what is going to speak to you can speak through you.” Sonny Rollins también dijo algo parecido: “I'm not supposed to be playing, the music is supposed to be playing me. I'm just supposed to be standing there with the horn, moving my fingers. The music is supposed to be coming through me; that's when it's really happening.”
​
Como improvisadora a lo Cool Mc Cool mi meta es estar preparada para regalar al público y a mí misma algo único en cada presentación. La gente sabe cuándo te estás tomando un riesgo de verdad y cuándo te estás yendo por el camino seguro.A las personas les cautiva verte crear frente a ellos sin trucos, salvavidas, etc. La audiencia disfruta cuando las cosas te salen bien, pero también cuando ven que te caes y te levantas. La imperfección humana es más real y emocionante.
​
Muchas veces esa es la diferencia entre un público que no presta atención y uno que termina sentándose en el piso porque no quieren perderse nada de lo que está pasando en el escenario. Cuando ellos notan que te las estás jugando, que lo entregas todo y que estás dispuesto a sacrificar hasta tu propio ego, no tienes que mandar a callar a nadie. Cuando te atreves a improvisar de verdad conviertes cada momento en algo muy valioso precisamente porque es único, efímero y no puede ser duplicado. El público sabe lo que eso vale y lo agradece. Al menos esa ha sido mi experiencia.
​
Cuando improvises recuerda que tienes en tus manos la oportunidad de intensificar el momento creando algo que mueva a la gente emocionalmente. Puedes elegir tocar solo lo correcto o puedes arriesgarte y ofrecer a la audiencia una música más energizada, viva, poderosa, honesta y directa. Tu escoges. ¿O jangueas con la certeza, la seguridad y lo conocido, o conviertes a la incertidumbre, la inseguridad y lo desconocido en tus mejores amigos? ¿Qué decides? ¿Te quedas mirando desde la seguridad y comodidad de la distancia o te lanzas?
​
Yo escogí “amar el peligro” como Cool Mc Cool. Ando en busca del sonido descontaminado y puro. No estoy segura de que algún día lo encuentre, pero sé que lo seguiré buscando hasta el último día. Para despedirme te dejo con las palabras de uno de mis favoritos, Joseph Campbell: “It’s important to live life with the experience, and therefore the knowledge, of its mystery and your own mystery… The big question is whether you are going to be able to say a hearty yes to your adventure.”
© Copyright Brenda Hopkins Miranda 2016. Todos los derechos reservados.
​
Libros favoritos de Brenda en su área de especialidad:
• NACHMANOVITCH, Stephen: Free Play; Improvisation in Life and Art
• TOSHIO SUDO, Philip: Zen Guitar
• WERNER, Kenny. Effortless Mastery; Liberating the Master Musician Within
• WESTNEY, William. The Perfect Wrong Note; Learning to Trust Your Musical Self
Libros favoritos de Brenda en general:
• GIBRAN, KAHLIL: EL Profeta
• CAMERON, Julia: The Artist’s Way; a Spiritual Path to Higher Creativity
• ROBINSON, Ken: The Element: How Finding Your Passion Changes Everything.
• ROBINSON, Ken: Out of Our Minds; Learning to be Creative
• HENRI, Robert:
•RILKE, Rainer Maria:
• HERRIGEL, Eugen: ,
• KENT, Corita, STEWARD, Jan:
• BAYLES, David, ORLAND, Ted:
• ROHN, Jim:
Blogs favoritos de Brenda:
•Ted Blog
• J Michael Dolan
• Orna Ross
Podcasts favoritos de Brenda:
• Magic Lessons With Elizabeth Gilbert
• Ted Talks
• The Couragemakers
Portales que Brenda visita con frecuencia:
• Creativity Portal
• State of Creativity
• Ted
• Kenny Werner
• Julia Cameron
• Ken Robinson
Creativos que Brenda admira:
• Keith Jarret
• Carole King
• Phillip Glass
• Annie Lennox
• Miles Davis
• Melody Gardot
•Amy Winehouse
• Nina Simone
• Robert Plant
• Fofé
•Kenny Werner
• Bela Fleck
• Thelonious Monk
Y muchos más…
Conferencia que recomienda:
Oklahoma Creative
Personas que han influido en su vida profesional:
• Mi madre: Margarita Miranda
• Mi padre: Harold Hopkins
• Mi profesor: Peter Row
• Mi profesor: Paul Bley
• Mi profesor: Lazslo Gardony
• Mi maestro: Charlie Banacos
• Poeta, amiga y colega: María de los Ángeles Argote
• Mi maestra de dibujo creativo: Mercedes Quiñones
Lecciones aprendidas a través de su trayectoria profesional:
Aprender que no es lo mismo practicar el oficio de la música que ser artista.
Retos superados en su vida profesional:
Abrirme camino profesional desde Puerto Rico siendo una mujer, artista, instrumentista 100% independiente sin manejadores, productores o agentes.
Hitos importantes en su vida profesional:
Momento en que decidí abandonar el camino de la música como oficio y dedicarme a ser artista, crear y compartir mi propia música.
Mayores logros en su vida profesional
• Cinco producciones discográficas independientes como líder
• Conciertos de mi propia música en y fuera de Puerto Rico
• Ganadora del primer premio y medalla Gilles Boulet 2014 destinado a reconocer el mejor trabajo profesional o proyecto innovador otorgado por el Instituto de Gestión y Liderazgo Universitario y la Organización Universitaria Interamericana. Ceremonia de entrega en Florianópolis, Brasil.
• Nombrada Directora del Programa de Música del Instituto de Cultura Puertorriqueña
• Composición y grabación de la música para varios corto-metrajes y documentales.
• Pianista para el espectáculo flamenco Raíz y Duende durante dos años en Granada, España.
• Tecladista durante cuatro años del programa de televisión “
• Estudios doctorales en Musicología y Creatividad (2007-09)
• Maestría con honores en Contemporary Improvisation (2000)
• Bachillerato Magna cum Laude en Piano Clásico (1991)
• Ganadora de beca para estudios en Jazz Piano (1996)
Metas inmediatas en su vida profesional:
Lanzamiento de mi sexta producción discográfica como líder.
Aspiraciones futuras en su vida profesional:
Continuar trabajando en la producción de discos, videos, documentales, composiciones, arreglos, conciertos, talleres, libros, escritos, blog y otros.
Consejos a creativos que comienzan a trazar su propia ruta:
“Para ser como los demás hace falta mucha práctica y disciplina. Para ser uno mismo sólo hace falta valor.” ~ Brenda Hopkins Miranda